Durante las últimas dos semanas antes de las elecciones, los artículos de campaña de Mission Local se estarán alternando diariamente entre los principales candidatos. Hoy es el turno de: London Breed. Lea los artículos anteriores aquí.
Han sido semanas difíciles para la alcaldesa en funciones.
La semana pasada, el San Francisco Chronicle respaldó al rival de la alcaldesa London Breed, Daniel Lurie, destacando que es “agradable” y brinda un “equilibrio valioso entre compasión y rigor”. El consejo editorial describió a Breed como una “opción segura”, pero asediada por una “gestión ineficaz” y falta de atención a los “detalles”.
Una encuesta publicada el domingo por el presidente de la Junta de Supervisores, Aaron Peskin, mostró que él y Lurie eran los dos principales candidatos, con Breed en tercer lugar. El lunes, una encuesta del Chronicle reveló que Lurie superaría a Breed en una votación por orden de preferencia. Su campaña está sufriendo una rápida pérdida de fondos: a principios de octubre contaba con $563,969 dólares, pero al 22 de octubre solo tenía $106,808 dólares. En comparación, Lurie tenía $438,782 dólares (a partir del 14 de octubre) y Peskin $547,004 dólares (a partir del 16 de octubre).
Los mercados de apuestas también han experimentado cambios en las últimas semanas: Lurie tiene un 54% de posibilidades de ganar, según los operadores de Polymarket, que se presenta como el mayor mercado de predicciones del mundo; en contraste, Breed se encuentra en un 14%.
A 12 días de las elecciones, Breed comentó que “el pelotón ya no recibe paseos como solía hacerlo”, refiriéndose a que a principios de este año utilizaba su bicicleta de ejercicio cada mañana. “Si puedo, estoy durmiendo entre siete y ocho horas, pero es de sol a sol. Es otra cosa, no hay descanso”.
Las clasificaciones de los candidatos pueden cambiar, pero Breed enfrenta un problema: las encuestas han demostrado de manera consistente que es bastante impopular, y los votantes la culpan por la percepción de desorden, a pesar de que la delincuencia ha disminuido, los campamentos de personas sin hogar están en descenso y las muertes por sobredosis han caído significativamente.
El equipo de campaña de Breed refleja una creciente preocupación de que su adinerado rival, Lurie, podría llevarse la victoria.
El miércoles, cuando se le preguntó si temía que Lurie se convirtiera en alcalde, Breed respondió que no, no porque ella está confiada en que obtendrá la victoria (lo está), por su historia personal y el camino que ha recorrido en la vida.
“Vengo de la nada, y cuando digo nada, realmente vengo de la nada. Ni siquiera se suponía que estuviera aquí, siendo la alcaldesa de San Francisco”, dijo Breed, de pie en Bookshop West Portal el miércoles por la noche, después de participar en una sesión de una hora sobre preguntas y respuestas con al menos tres docenas de personas en su mayoría blanca y de la tercera edad. “Así que nunca tendré motivos para preocuparme, ¿sabes?… No estoy muerta, no estoy en la cárcel, no estoy viviendo en la pobreza. He superado estos obstáculos y he podido usar esta plataforma para hacer una diferencia en la vida de las personas”.
Lurie, dijo ella —y lo ha dicho a lo largo de la campaña— “es peligroso, no tiene experiencia como administrador, es un hombre que, como director de la organización sin fines de lucro Tipping Point, ha logrado recaudar dinero de personas con las que [él] creció, que también son ricas”, pero nunca ha dirigido una ciudad importante.
“Me pone nerviosa. ¿Qué pasa si sucede algo serio? Esto no es un juego, ¿sabes?” dijo, repitiendo una frase que ha utilizado a menudo en la campaña, la oficina del alcalde no es un lugar para “aprender a trabajar”.
“Me preocupa lo qué hará en caso de una crisis. ¿No es así? No tenemos idea de sus capacidades. Nunca ha enfrentado una decisión difícil en su vida. Ni siquiera entiende lo que implica pagar el alquiler y estar preocupado por las facturas”.
La retórica de Breed en la librería reflejaba algunas de las recientes estrategias de su campaña, ya que las críticas se han centrado en Lurie. A principios de este mes, una imagen sonriente de Lurie en el perchero rojo de una puerta, estaba acompañada del texto “El Partido Republicano de San Francisco lo recomienda”; esta información se distribuyó en las casas de la ciudad, después de que Lurie obtuvo el respaldo principal del GOP. Estos anuncios fueron financiados por la campaña de Breed, con la intención de asociar a Lurie con los republicanos y a ella con los demócratas, dado que cuenta con el exclusivo respaldo del Partido Demócrata de San Francisco.
En declaraciones y apariciones públicas, el equipo de campaña de Breed ha repetido una frase familiar: Lurie es un niño de fideicomiso con poca experiencia. “Lurie tendría el 1% si no estuviera gastando una cantidad sin precedentes de dinero para ocultar el hecho de que no tiene experiencia para ser alcalde”, decía un comunicado de la campaña de Breed enviado el miércoles.
“Espero que ella se lance a atacar a Daniel Lurie; eso sería bueno para Peskin”, dijo Jim Stearns, consultor de la campaña de Peskin. Cualquiera que se enfrente a Lurie tendrá dificultades, dijeron Stearns y otros: ha demostrado ser la segunda opción favorita de muchos votantes y puede obtener esos votos de muchos de sus oponentes.
Pero debilitar a Lurie no será suficiente si Breed quiere mantener la oficina del alcalde, dijeron varios estrategas de campaña. Su estrategia ahora debe ser de tres frentes: atacar a Lurie, obtener los votos de segunda opción de Peskin y/o Mark Farrell, y conservar a su base.
“¿Cómo va a crear un contraste positivo entre ella y Lurie?”, preguntó Jim Ross, estratega y gerente de la campaña a la alcaldía de Gavin Newsom en 2003. “Los dos grupos de segundas opciones son Farrell y Peskin, y son mutuamente excluyentes, así que tiene que decidir: ¿se inclina a la izquierda o a la derecha?”
Es claro, dijeron varios estrategas, que Breed ha decidido inclinarse a la izquierda: ya ha hecho un esfuerzo por atraer la base progresista de Peskin, presentándose como la segunda opción de la exsupervisora Jane Kim, la supervisora Hillary Ronen y el supervisor Shamann Walton. (Tanto Kim como Ronen apoyan a Peskin como la opción número uno, mientras que Walton no compartió su clasificación).
El miércoles, Breed dijo que tenía varios apoyos progresistas de alto perfil que la clasificaban como la segunda opción, pero que no harían pública su decisión sin la aprobación de Peskin; por eso lo llamó la semana pasada, comentó. “Le pedí que dejara que algunas de las personas que lo apoyan y que dijeron que no lo harían a menos que Aaron estuviera de acuerdo, ¿verdad? A pesar de que están votando por mí como segunda opción”, dijo. “Él respondió: rezaré por ello”.
Peskin interpretó la llamada de otra forma, afirmando al Chronicle que se trataba de una petición de alianza explícita, ya que Breed estaba inquieta por Lurie. Breed comentó el miércoles que “las mentiras se están volviendo realmente… decepcionantes”.
Los votos de segunda opción de Peskin serán cruciales si él es eliminado, porque en la mayoría de las encuestas, Peskin tiene entre el 20% y el 25% de los votos de primera opción. Cualquier candidato que obtenga una buena parte de esos votos podría sobrepasar el umbral: en un sistema de votación por orden de preferencia como el de San Francisco, cada vez que un candidato es eliminado, los votos de sus seguidores se asignan al candidato que hayan clasificado en segundo lugar, luego en tercero, y así sucesivamente, hasta que haya un ganador por mayoría.
Los estrategas mencionaron que Breed recibirá algo de apoyo de las segundas opciones de Farrell, pero muchos de esos votos irán a Lurie en su lugar. Si la contienda se convierte en una competencia entre ella y Lurie, necesitará que los seguidores de Peskin se unan a ella.
Durante la elección de junio de 2018 contra Kim y Mark Leno, Breed ganó por solo 2,546 votos en la ronda final — 50.55% a 49.45%. “Fue un margen muy estrecho, y va a pasar lo mismo esta vez,” dijo Ross, el estratega de la campaña. “Todo se reducirá a cinco o seis mil votos… y hay un número considerable de indecisos.”
Sin embargo, aunque Ross dijo que Breed debería estar “muy preocupada,” todavía se presume que es una de las dos principales candidatas. En ese punto, y con este grupo de candidatos, la mayoría de los estrategas afirmaron que será una moneda al aire.
“Ella aún podría ganar”, dijo Ross. “No está fuera de la contienda”.